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Fábula de Benito del Pliego
La lectura en profundidad del I Ching me fascinó entre otras cosas por su vocabulario metafórico e insinuante más que categórico (a pesar de ser un oráculo) y que invita a la reflexión poética por la fibra filosófica y lírica que lo teje. Me ofreció una interpretación de un entendimiento profundo, sobre todo en la manera de aceptar los acontecimientos a través de la integración de la dualidad (sombra/luz, bien/mal, blando/duro, femenino/masculino, positivo/negativo, movimiento/inmovilidad) que tanto esfuerzo y dolor nos cuesta a los occidentales, si es que lo conseguimos en alguna ocasión.
Hacía tiempo que no volvía sobre C. G. Jung, sin embargo, un par de semanas atrás, en una conversación con un estimado amigo, me habló de su recién descubierto interés por la Sincronía, si bien, su interés venía por otras fuentes, lo cual me llevó a hacer memoria y volver a buscar algunos de los libros de Jung para recomendárselos. En esa conversación también hablamos de la Sincronía en la poesía, es decir, de como la poesía también bebe, de alguna manera de este Inconsciente Colectivo y como muchos autores (también en narrativa) han tenido la capacidad de anteceder en su escritura a las vivencias, tanto colectivas y sociales como personales, o de como el acto de escribir, a veces, viene dado por estos acontecimientos causales inexplicables que te llevan una y otra vez, al mismo territorio de escritura, y, para mí, lo más interesante: de como la poesía establece a veces una relación con el propio poeta o con el lector, a modo de oráculo o espejo de la verdad, que revela, de manera inexplicable, algunos secretos que el propio lector o poeta desconocían, que se abre como un pozo de sabiduría que va mucho más allá de la mano del que la escribe, y eso precisamente es Fábula, siempre con la intención última de brindar refugio y claridad.
Por lo tanto la llegada y lectura de este poemario me ofrece un nuevo guiño de la Sincronía, que para mí significó, en su día, una fórmula válida y necesaria de dejar de intentar entender ciertos sucesos de manera lógica y racional, abandonando el estricto constructo objetivo e incluso a la formulación del tiempo como algo lineal. De este modo pude ofrecerme, no sin resistencia previa, a otro tipo de entendimiento más intuitivo. Comprender que la psique va más allá de lo meramente enumerativo o clasificable y que se pueden dar hechos que intentar explicar por los cauces de la mente lógica es tremendamente doloroso, puesto que no existen dichos parámetros lógicos en su acaecimiento, creo que ahí se encuentra toda la poesía, en ese territorio inexplorado que queda semisoterrado: EL SOMBRERO “El sabio se oculta, el saber es indigno. … no es prudente exponerse: tesoros y culpas se entierran…. Pero (advertencia capital) lo que se esconde bajo tierra también se pudre.” y que el poeta saca a la luz.
Así, entre Jung, el Libro de las Mutaciones, Richard Wilhem y El Secreto de la Flor de Oro, recibí Fábula en casa, de Benito del Pliego,editado por Aristas Martínez, un libro muy bien terminado y hermosamente ilustrado por Pedro Núñez, que consta de dos partes: Fábula y La voz del oído, por supuesto todavía ignoraba que Fábula no podía haber llegado en otro momento.
Nada más abrirlo tuve una reminiscencia que no logré identificar, ya en su primer poema: AGUA “El deseo es verdad que nadie detiene: sumerge a todo el que se interpone. Cualquier contra es cauce en su carrera hacia el mar. Siempre por el camino de menor resistencia.”, esta familiaridad no dejó de asediarme hasta que por fin pude reconocerla unos poemas más adelante: era el Libro de las Mutaciones, luego terminada la primera parte del libro, es el propio autor el que me explica que el libro está escrito a modo de oráculo y da alguna referencia al I Ching en alguno de sus poemas, aunque yo creo que va más allá de un par de citas. Fábula por tanto, es un ejercicio poético cuanto menos atrevido, rompedor de lo establecido en los cánones poéticos actuales, y aunque no es el primero, puesto que ya hay un poemario (al menos del que yo tenga conciencia) que trabaja sobre los 64 hexagramas del I Ching, sí es original en su conformación y léxico, ya que el lenguaje poético utilizado atraviesa con gran acierto ese territorio vago y extensísimo del Inconsciente Colectivo y la mitología arquetípica universal.
La voz poética de Benito en Fábula entra en conjunción perfecta con esa atmósfera milenaria, con un flujo retroalimenticio, una trasmutación involuntaria (o no) hacia la cosmología oriental. Los poemas de este libro esclarecen la realidad ofreciéndose a la intemperie de una verdad más profunda, más alejada de los cánones occidentales y que nos da, a través de los títulos de los poemas las claves para visualizar tanto características de la realidad humana, actos y consecuencias, a partir de la metafórica y tradicional en fábulas y filosofías orientales de desnudar los rasgos de diferentes animales o estados: EL CARACOL “El que tenga ojos para ver que los invierta…. Al fin el que pasa las horas habitándose llega a confundir lo interior con lo ajeno” para ofrecer un símil poético y válido que pueda ser utilizado como ese espejo trascendental que ofrece destellos de sabiduría atávica, y siempre nos devolverá nuestro propio reflejo.
Podemos hablar de un diálogo múltiple, un diálogo entre el lector y Fábula, que a su vez establece un diálogo con el Libro de las Mutaciones, de donde claramente bebe, más creo que de cualquier otra influencia, y dentro de ese diálogo, el diálogo de la palabra y la imagen, que si bien van de la mano pueden ser interpretados por separado.
través del mismo libro, y, como en cualquier ejercicio de proyección
psicológica (a través de la identificación, ya sea en fábulas, oráculos,
tarot, o a la interpretación de rasgos grafológicos o de dibujos),
podrá ser útil a todo aquel que quiera indagar en sus estructuras
psicológicas, en el modo de entender el mundo y estar en él, puesto que
es una muestra bien trabajada de rasgos universales ofrecido con sumo cuidado, desde y por la poesía.
Un libro que sin duda ofrece luz, la luz íntegra del que bucea en la oscuridad, y que sin duda ofrecerá generosamente ese reflejo al lector que se aproxime a él. Un libro que no os dejará indiferentes.
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EL HILO POÉTICO (REV. VIURE EN FAMÍLIA)
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