Poemas de Isabel Piñana

18 de marzo de 2013 Mar2025 0 Comments
Poemas de Isabel Piñana
 3.
Nadie sabe
lo
escondida que voy
en
este cuerpo que me finge.
Poemas de Isabel Piñana
 4.
(Tengo una
puerta                                              si la abro es un oráculo)
Poemas de Isabel Piñana
 6.
Rota y con
las manos en el pecho,
tejida
la boca, el
cuello, una clavícula.
Llena de
costuras:
Cosida a mí
misma por mí misma
madeja
-hilos de
estopa verdirroja-.
Enhebro y
desenhebro.
La ausencia
borda
(aguja,
urdimbre, estambre).
Mi cuerpo
es un telar.
Poemas de Isabel Piñana
 8.

Pronuncio
mis palabras
suenan
distinto, son
como
pequeños hijos
de mi boca
Poemas de Isabel Piñana
10.
El camino
se hizo de mujeres
-guedejas
de silencio,
invierno
lento y húmedo-:
Múltiples
islas, hogares
de piélago
oscuro (y sin embargo fértil),
casas donde
aúlla rápida
la
dolorosa, extática
unión de
la intimidad
y
el mundo
Poemas de Isabel Piñana
 11.
Mírala:
pantera. Ella goza.
Llena de
carne, firme,
blande sus
garras de pétalo frágil.
No exige.
Conoce el equilibrio
profundo de
las cosas, el núcleo
hirviente
de todo.
Mírala: se
desliza
exuberante
y poderosa
entre las
enredaderas de la piel.
Pantera.
Animal a la
luz, mujer de agua 
Poemas de Isabel Piñana
12.
Mírala:
pantera. Ella ruge.
Su
oscuridad es profunda
y tiene
ojos.
Su cuerpo
de aceite arde,
ofrece la
sangre que va a derramar
por todas
sus sombras.
Pantera.
Animal a la
luz, mujer en llamas. 
Poemas de Isabel Piñana
16.
Yo había
conocido mi casa:
Sus
cráteres como alfileres,
su
esqueleto blanco
de orilla
de playa de coral.
La había
conocido, palmo a palmo.
como una
piel que se estira, se encoje, se estría,
piel madre,
parturienta,
caracol
marino abandonado.
Hoy la casa
lejana y húmeda
donde dejé
a mis hijos –cálidos todos,
apenas
larvas de mujer-
tiene el
caparazón molido y se parece
a un
cementerio.
Mi casa.
Guarda mis
huesos.
Poemas de Isabel Piñana
20.
Y en la
orilla olor a seba,
animales
varados, huesos de tiempo,
surcos,
pasadizos, corrientes.
Desconocida
y brotada,
el
mar es una hembra que gime.
 *******
Ha sido un verdadero placer descubrir la poesía de Isabel Piñana, la poesía de la sal y de la isla. Poesía del cuerpo identitario, negado, aéreo y sumergido, el cuerpo como piélago y reducto, refugio y campo de batalla. Estos poemas pertencen a su libro inédito “Las islas que me habitan – Itinerario interior”.  Isabel Piñana es filóloga por la Universidad de Salamanca y doctoranda en Crítica Literaria Feminista por la Universidad de Barcelona. Actualmente trabaja como maestra de español en las islas.
Todas las imágenes son de Noell Oszvalds. 
 
 

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Mar Benegas
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