Han sido dos días intensos, muy intensos, en Zaragoza, mi visita la CEIP Sano José de Calasanz.

Reencuentro, estupendo aunque fugaz, con Reyes y David, esa infatigable resistencia cultural, tan amables, buenas personas y amigos desde hace tiempo. Conocer a Concha Breto, maestra de las que luchan cada día  con y por el entusiasmo. Arancha Ortiz que cuidó cada detalle del encuentro y mi paso por su especial escuela. Ella hace un esfuerzo inigualable por dinamizar la lectura. Con niños y niñas de todas las culturas, de tantos países, una ejemplo de integración y multiculturalidad formidable. Un ejemplo de convivencia y del valor incalculable de las ESCUELAS PÚBLICAS y de lo que sucede en ellas.

Allí estuve, dos días, y vi a todos los niños y niñas, a todos los cursos, recité, mostré libros, hablé con ellos, me cantaron las canciones que juegan en el patio, aplaudieron, pensaron, escribieron, recitaron… Fue una experiencia maravillosa Creo que esta imagen ilustra, a la perfección, la magia de los libros, la magia de la poesía y lo que sucedió en la escuela: