En fin, intenté transmitirles mi pasión: la infancia, los libros, la poesía, las emociones, todo son los mismo cuando hablamos de niños tan pequeños y de cuidarlos y ayudarlos a crecer…

 Parece que esa
intención de transmitirles mi pasión sí que funcionó, porque, después de
eso, me han contacto dos de los alumnos para interesarse por mi
trabajo.

Pero, además además de eso, María Fornas (qué suerte tienen estos muchachos de
que María y Sandra estén con ellos), la profesora que me llamó para
realizar el taller, hoy me ha alegrado el día, parece que una de las alumnas, en uno de los trabajos de clase, “elaborar un juguete”, ha decidido realizar un proyecto de prelibri, un conjunto de libros objetos, juguetes, sí, los prelibri no son otra cosa, puesque el niño es juego, todo lo que cae en sus manos se convierte en juguete. 

Bueno, me hace mucha ilusión que se haya animado y me encantará verlos (lo haré) y sí: tan importante jugar/tocar/contar con los libros antes de leer, como aprender a leer en su momento. 

Aquí una foto del estupendo grupo con el que tuve la ocasión de compartir el  taller, como siempre digo: os engaño, la que aprendo soy yo.